Ciencia

El poder de la luz y los ritmos circadianos

El cuerpo humano sigue un conjunto de ritmos circadianos, ciclos naturales de aproximadamente 24 horas que regulan funciones esenciales como el sueño, la liberación hormonal, la temperatura corporal y el metabolismo.

Estos ritmos están controlados por el núcleo supraquiasmático, una pequeña región del cerebro que actúa como el “reloj maestro” del organismo, sincronizando cada célula con la luz ambiental.

Cuando este reloj se altera, también lo hacen el sueño, el rendimiento cognitivo y el equilibrio emocional.

Diversos estudios —como los realizados por la Harvard Medical School (Harvard Health Publishing, 2019) y el National Center for Biotechnology Information (NCBI, 2017)— demuestran que la exposición a la luz azul durante la noche (procedente de pantallas, iluminación LED o dispositivos electrónicos) suprime la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño.

Esta sobreexposición engaña al cerebro, haciéndole creer que todavía es de día, retrasando el inicio del sueño y alterando los ritmos circadianos naturales.

A diferencia de la luz azul, la luz roja tiene longitudes de onda más largas (620–750 nm), lo que le permite no interferir en la secreción de melatonina ni afectar negativamente al reloj biológico.

Numerosas investigaciones publicadas en revistas como el Journal of Athletic Training y la National Library of Medicine han mostrado que la exposición controlada a luz roja antes de dormir puede mejorar la calidad del sueño, la fase REM y la recuperación fisiológica nocturna.

Las gafas y luces de Wellness Vision están diseñadas según la evidencia científica más reciente: bloquean eficazmente la luz azul nociva y emiten o permiten solo longitudes de onda rojas y cálidas, que respetan el ritmo circadiano natural.

De esta forma, ayudan a mejorar la calidad del sueño, reducir la fatiga visual y promover un descanso profundo y restaurador de manera natural.